En octubre de 1610, Juana de Lestonnac y las primeras compañeras, habían terminado los dos años de noviciado. Pensó en que, como grupo, podían hacer la profesión solemne el 21 de noviembre, día de la Presentación de la Virgen Niña, fecha muy significativa para todas porque se ofrecerían al Señor Jesús, como una vez lo había hecho María en el Templo.
Te invitamos a conocer más de esta gran celebración, y celebrar esta fiesta, que nos da identidad.