El viernes 2 de junio, fue un día especial. 10 jóvenes de nuestro colegio, después de un año de preparación, se unen de manera comprometida a la misión que Jesús nos encargó: construir el Reino, aquí y ahora, en el lugar que nos toca vivir, siendo portadores y portadoras de la gran Buena Noticia, constructores de la paz, misioneros de la alegría y sembradores de esperanza, por ello vivieron el sacramento de la confirmación.
Estos/as jóvenes, dicen sí a la fe que un día sus padres y padrinos en el Bautismo desearon para ellos y ellas, con esto no sólo se comprometen a construir la Iglesia en estos tiempos nuevos, sino que como verdaderos/as discípulos/as misioneros/as, quieren construir la Iglesia del mañana que, colocando la confianza en el Señor miran con esperanza. Preside esta Eucaristía Cristián Roncagliolo, obispo auxiliar de Santiago.
Están llamados a transformar al mundo, son los verdaderos testigos y seguidores de Jesús, los que defenderán y difundirán la Fe mediante la palabra, las actitudes y las obras, el regalo recibido en este sacramento es la fuerza del Espíritu Santo que los animará a hacerlo.
En compañía de María, hemos invocado al Espíritu Santo para que descendiera sobre nosotros,
otorgándonos el don de:
- SABIDURIA, que nos haga juzgar como Cristo y no como el mundo
- INTELIGENCIA, para ver lo invisible, aquello que sólo se puede descubrir con los ojos de la fe
- CONSEJO, en la conducta diaria de nuestra vida
- FUERZA, espiritual ante las dificultades
- CIENCIA, para discernir la voluntad del Señor y poder descubrirlo y conocerlo en la vida
- PIEDAD, para que caminemos como hijos que se sienten profundamente amados por Dios
- TEMOR DE DIOS, para estar concientes que según nuestros actos, podemos perder el amor de Dios
y la amistad de Jesús.
Gracias Señor, por escuchar y entender mi SI, que es mi ofrecimiento y entrega.