En el marco del Mes de la Solidaridad, se realizó en el Colegio una jornada de reflexión que reunió a nuestros estudiantes de III Medio con los cursos de 7° y 8° Básico en una experiencia que dejó una huella profunda en toda la comunidad.

Bajo el lema “En compañía de María peregrinamos con esperanza hacia la justicia y la solidaridad”, los jóvenes reflexionaron sobre la importancia de vivir la solidaridad no solo como un valor, sino como un verdadero estilo de vida que transforma las relaciones y nos invita a construir un mundo más humano.

III Medio como monitores y guías

En esta oportunidad, los estudiantes de III Medio asumieron un rol protagónico: fueron monitores de los grupos de reflexión y guiaron a sus compañeros y compañeras de 7° y 8° Básico en el diálogo y análisis de distintas problemáticas sociales y escolares. Con entusiasmo y compromiso, acompañaron a los más jóvenes en la búsqueda de respuestas y propuestas, modelando con su liderazgo un camino concreto de solidaridad en acción.

Solidaridad: un estilo de vida

Durante la jornada se recordó que la solidaridad es una forma concreta de vivir el Evangelio, siguiendo el ejemplo de Jesús y de Santa Juana de Lestonnac. Ser solidarios significa acompañar, compartir, cuidar y tender la mano al que lo necesita. Como nos inspira Santa Juana, se trata de “servir de una manera siempre nueva”.

Nuestro Colegio busca que estas experiencias ayuden a crecer en comunidad, para que desde la niñez y la adolescencia aprendamos a vivir la solidaridad como un compromiso real con la justicia y con quienes nos rodean.

Pensar juntos, proponer juntos

Organizados en 11 grupos de trabajo, los estudiantes dialogaron sobre temas muy presentes en la vida escolar: el buen trato, la integración, la discriminación, el aislamiento y las dificultades para relacionarse.

Cada grupo tuvo la misión de comprender la problemática asignada, analizar sus causas y consecuencias, y proponer acciones solidarias que puedan generar cambios concretos en la vida cotidiana de nuestra comunidad. Finalmente, las propuestas se compartieron en un plenario, donde surgieron ideas valiosas que reflejaron el compromiso de nuestros jóvenes con un Colegio más justo, fraterno y esperanzador.

Compromiso para seguir caminando juntos

El encuentro concluyó con una invitación clara: transformar las palabras en gestos solidarios, dentro y fuera del Colegio. Nuestros estudiantes coincidieron en que la solidaridad no puede quedarse en discursos, sino que debe expresarse en acciones que acompañen y den esperanza.

Como comunidad educativa, nos llevamos el desafío de continuar caminando juntos, en Compañía de María, para que la solidaridad sea un lenguaje compartido, capaz de unirnos, derribar barreras y sembrar esperanza allí donde más se necesita.

 Compartimos a continuación una galería de imágenes de la jornada: